La cirugía de aumento de pechos es una decisión que te cambia la vida. Desde el primer momento en que, con temor, nos enfrentamos a la idea y su materialización. Justo en el instante previo al quirófano. Cada charla con el doctor, la precisión de cada detalle y todos los momentos imaginándonos teniendo la estética y firmeza ideal en nuestros pechos. Sí. Todos esos momentos son valiosos e importantes, para ellos hay instrucciones claras y específicas en pro del buen resultado de nuestra cirugía de implante mamario.
¿Pero qué debemos hacer después? ¿Al salir del quirófano la magia ya hizo lo suyo? Sí y no. Es decir, el médico en efecto hizo todo lo que era necesario para el aumento de pechos... en lo que respecta al quirófano. Su trabajo estético fue realizado. Pero de nosotras depende la garantía de su correcto resultado y para eso debemos velar por cumplir a cabalidad una serie de cuidados que nos permitirán cuidar nuestra cirugía y evitarnos otras posibles complicaciones para nuestra salud.
- Evita cargar cosas pesadas y hacer movimientos bruscos.
- No hagas deporte o ejercicio físico de impacto. Técnicamente estás de reposo por 15-20 días.
- Evita tomar demasiado sol o estar en zonas muy calurosas. No son positivas para la cicatrización.
- Utiliza, al menos las primeras tres semanas, sujetadores especiales para dar soporte y firmeza.
- Minimiza las actividades donde uses tus brazos. Te agotarás.
- Evita que el vendaje se moje demasiado. Si tu médico te da luz verde, báñate siempre con agua tibia.
- Al dormir, no duermas en posición fetal o de forma lateral. ¡Y mucho menos boca abajo! Eleva la cabeza y utiliza una almohada.
- Ten una buena dieta y muy buena hidratación.
- Procura recibir buenos masajes, una vez que sean retirados los puntos y hayas cicatrizado.
- No dejes de consultar a tu médico y de pedirle consejos específicos para ti. ¡Es tu mayor responsabilidad!
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